Observa tu mente y transfórmala con el pensamiento positivo
La mente es tan poderosa, que nos lleva por donde quiere. Unas veces es nuestra amiga y otras nuestra enemiga, por eso es bueno observar mente, conociendo tu mente puedes cambiar las cosas que no están bien. Limpia tu mente de esos pensamientos que no sirven para nada. Habrá algunos pensamientos que no sirvan para nada, otros te ayudarán a conocerte mejor: escúchate, obsérvarte, no te regañes. Puede que a veces te regañes tal y como te regañaban cuando eras niño, puede que te digas las mismas palabras que te decían entonces, obsérvalo.
No buscamos culpables. Como dice Louise Hay (autora de el poder del pensamiento positivo) somos víctimas de victimas, nadie nos ha enseñado a vivir.
Los tutores, maestros etc. lo han hecho lo mejor que han podido y sabido. Siempre hay un motivo para hacer las cosas. Según el momento en que nos encontremos así actuamos. Siempre haciendo lo que creo que es lo mejor en ese preciso momento. En el aquí y el ahora.
No te culpes por no haberte dado cuenta antes. Ni creas que es muy tarde para cambiar.
Yo quiero que hasta el último día de mi vida, sin importar la edad que tenga, seguir cambiando para mejorar mi vida. Hasta que como “yogui en prácticas“ llegue a la Realización del Ser. Eso requiere cambios: cambios en mi, en mis defectos de carácter, en mis actitudes sintiéndome bien conmigo misma, y con el prójimo.
Louise Hay nos dice “no me creas, sólo practica”. Empieza dando pasos pequeños pero seguros. Escoge una o dos frases de esas que te pueden hacer más daño, esas que son negativas y te están haciendo ser infeliz. Transformalas en pensamiento positivo y practica tus afirmaciones. Inténtalo, las veces que sea necesario; no te vengas abajo si en algún momento no consigues tus propósitos.
- En vez de fijarte en lo negativo, da gracias; son muchas las cosas por las que hay que dar gracias.
- Levántate con una palabra positiva, acuéstate con una frase positiva.
- Soy salud física y mental – Confianza y seguridad en mi misma.
- El éxito acompaña todo lo que emprendo.
- Desarrollo mi potencial espiritual.